A la hora de elegir algo rápido y fácil para comer, encontramos varias opciones que se ajustan pero es posible que muchas veces contemos con todos los ingredientes. Por ello, el sándwich se convierte en la mejor opción ya que podemos combinar los ingredientes como deseemos. Y si cuentas con una sandwichera, el tostado recién salido es el ideal que podemos imaginar.
En comparación con la clásica sartén, la sandwichera tiene como ventajas la rapidez y facilidad para realizar cualquier tipo de bocado. Lo único que haremos es enchufarlo a la corriente, cerrar la tapa y esperar a que haga lo suyo. Sin embargo, entre sus puntos negativos se encuentra el tener que dejarla bien limpia después de cada uso.
Las sandwicheras, al utilizar el calor, muchas veces deshacen la miga de pan, o también ocurre que derriten el queso que se desborda. Esto es lo que provoca que el electrodoméstico se ensucie rápidamente y sea difícil de limpiar. Por ello, a continuación te recomendamos una serie de consejos a seguir para lograr una limpieza a fondo
En primer lugar, hay que desenchufar el aparato doméstico y esperar a que enfríe. Luego, deberás contar con un papel de cocina, rociarlo con agua abundante o usar un paño de microfibra y colocarlo en la sandwichera. Una vez hecho esto, lo cerrarás, y volverás a enchufar el dispositivo. Ahora solo hace falta esperar unos minutos para humedecer los restos pegados al fondo, los cuales perderán consistencia y se despegarán.
Como se ve, es muy fácil de lograrlo ya que los productos utilizados son de uso cotidiano y están presentes en casi todos los hogares. Un consejo extra que brindamos es colocar un papel de horno dentro de la sandwichera a la hora de cocinar este alimento para que los residuos queden atrapados ahí. De esta forma, cuando los sándwiches estén listos, sólo se deberá retirar para tirarlo a la basura, mientras que la superficie del dispositivo lucirá como si no hubiera sido utilizada.