Recurrir a la asistencia de un psicólogo puede ser para algunas personas un signo de debilidad. Sin embargo, la terapia lo que hace es aportar herramientas que pueden servirte para sentirte más fuerte emocionalmente en muchas situaciones de la vida y poder adaptarte a ellas. En el Día del psicólogo, te damos tres motivos por los que vas a elegir asistir a una sesión.
La salud mental sigue siendo un tabú, incluso por estos tiempos. Si bien aún nos queda mucho por aprender como sociedad, con el correr de los años se han ido normalizando al menos algunas prácticas, como por ejemplo, la de ir al psicólogo. Para muchos, la terapia se ha transformado en una necesidad y eso es por los buenos resultados y beneficios que les ha dado.
Sin lugar a dudas, la terapia te ayudará a sentirte mejor. Enfrentar conflictos, hechos o palabras que te causan dolor o incomodidad junto a un psicoterapeuta puede ayudarte a liberar pensamientos, sentimientos ocultos y emociones negativas. Lo que en definitiva hará que te sientas mejor, que hagas catarsis y te alivies.
El psicólogo puede enseñarte a su vez herramientas para que puedas manejar esos conflictos en soledad o en convivencia con otros individuos. Esos tips para ver las cosas de otra manera, para que te afecten menos o relativices situaciones de estrés, te harán más fáciles las relaciones humanas, tanto a nivel personal como en el ámbito laboral.
Y un tercer beneficio que tiene la terapia, y por el que no deberías dejar de probarla, es que te ayudará a cambiar las creencias limitantes. Una misma situación puede ser vivida por una persona de una manera y totalmente diferente por otra. Las creencias, los valores, nos ayudan a darle un significado a nuestro mundo pero muchas veces hay creencias que nos limitan, que hacen que nos desadaptemos de la sociedad y será necesario cambiarlas. Un psicólogo puede colaborar primero a identificarlas, y luego a modificarlas si fuere necesario.