El síndrome de fatiga crónica es una afección que altera los sistemas del cuerpo y suele tener una larga duración. También conocido como encefalomielitis, está caracterizada por un cansancio que se mantiene por meses y por presentar debilidad, por lo que esta condición interrumpe la realización normal de las tareas durante el día.
Numerosos factores de la jornada diaria pueden causar estrés físico o mental, lo que desencadena una serie de respuestas en el organismo. La fatiga es una de ellas y se caracteriza por provocar una sensación de cansancio que se alivia tras un tiempo de descanso. Cuando esta condición no desaparece, se considera una enfermedad grave. De acuerdo con los expertos de MedlinePlus, el síndrome de fatiga crónica es una afección que altera los sistemas del cuerpo y suele tener una larga duración.
Pese a que se asocia generalmente con el estrés y la realización de actividades que requieren demasiado esfuerzo, se desconocen las causas que pueden originar esta enfermedad. Asimismo, señalan los especialistas de Mayo Clinic, no existe una única prueba con la que se pueda diagnosticar la fatiga crónica, ya que esta puede ser resultado de varios factores. Con el desarrollo del cuadro, se pueden presentar dolores de cabeza, de garganta, dolor muscular o articular, sueño no reparador, agrandamiento de ganglios linfáticos.
Si bien hasta el momento no se ha encontrado una cura, se pueden tratar o controlar algunos síntomas para brindar alivio. La alimentación saludable es por ello un factor fundamental ya que aporta nutrientes fundamentales al organismo. Las vitaminas serán necesarias, como es el caso de la B2, B6, a la hora de producir energía. También el ácido fólico que encontramos en la B9 y B12, será necesario a la hora de reparar y generar nuevas células y para el normal funcionamiento del sistema nervioso, según el portal La vida lúcida.
Otras fuentes de nutrientes provendrán de los minerales como el magnesio, necesario para intervenir en la producción y uso del trifosfato de adenosina, nucleótido fundamental en la obtención de energía celular. El jengibre es uno de los ingredientes que pueden mejorar el malestar que sufren las personas con fatiga crónica, gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Igualmente, las semillas de cáñamo, rico en magnesio, y el polen de abejas, que aporta vitamina B, C y hierro.