La cebolla es uno de los ingredientes fundamentales en la alimentación de toda persona, ya que posee propiedades fundamentales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Muchas veces, lo que nos hace desistir de cocinarla es que nos pican los ojos, nos saltan las lágrimas y si intentamos cortar trocitos pequeños acaban saltando por cualquier parte de la cocina. Pero si esto te frena, tenemos una nueva forma de que puedas cortarlas de forma correcta.
Para llevar a cabo tu objetivo y cortar muchas verduras, solo necesitas tener un tenedor y un elemento que quizás no todos tengan en la cocina, pero que son extremadamente útiles: un pelador. Además de quitar la cáscara de los tomates, otras frutas o zanahorias, con un pelador bien afilado también puedes obtener lascas de vegetales, como pepinos, zapallos italianos y, en este caso, de las cebollas.
Utilizar este elemento te permitirá que la cebolla que decidas cortar quede como corte pluma o juliana. Lo primero que debes hacer es limpiar y pelar la cebolla, quitar todas las capas que estén descompuestas. Luego, con el tenedor, clavar un costado del tubérculo, para que así el utensilio te sirva de apoyo.
Una vez que acomodes todo, pasa el pelador, moviendo hacia adelante y atrás, para que así puedas obtener las más finas láminas. Este corte es válido probarlo por su utilidad y practicidad, además de la posibilidad de cortar la cebolla sin llorar.
Recordemos que para conservar las cebollas nunca debes guardarlas al lado de una patata, ya que estas poseen un gas, el etileno, que las permite seguir su ciclo de maduración una vez arrancadas de la tierra. Esto está bien, pero tiene un handikak: ese químico también hace que se acelere el proceso de maduración de las otras verduras que estén cerca y pueden afectar a las cebollas que desarrollarán tallos verdes. Eso significará que ya no podrán comerse.