La higiene es fundamental para prevenir enfermedades y mantener nuestros hogares limpios, pero a menudo olvidamos un objeto que tocamos a diario y que es expuesto a una gran cantidad de microorganismos: el dinero. Los billetes, en su mayoría, están hechos de papel, lo que dificulta su limpieza. Sin embargo, es importante considerar que el dinero pasa por muchas manos durante su vida útil y puede albergar bacterias y hongos que pueden ser peligrosos para la salud humana. Con el aumento de casos de coronavirus en el mundo, es más importante que nunca seguir medidas de protección y priorizar la higiene.
Un estudio ha demostrado que el alojamiento de billetes es un hábitat para bacterias y hongos debido a las condiciones ambientales, la sudoración de los usuarios y las variadas condiciones de almacenamiento, por lo que es importante desinfectar estos papeles. Un estudio similar realizado en México encontró que el 69% de los billetes tenía bacterias patógenas o potencialmente patógenas.
Entonces, ¿cómo podemos lavar y desinfectar nuestro dinero? Primero, es importante dividir el dinero en dos grupos: billetes de plástico y billetes de papel. Para los billetes de plástico, basta con colocarlos en un recipiente de plástico y cubrirlos con agua oxigenada durante cinco minutos. Luego, enjuágalos con agua potable y estarán listos para usar. El agua oxigenada es fácil de encontrar en farmacias y centros comerciales y actúa como un agente antimicrobiano y oxidante.
Para los billetes de papel, debemos tener más cuidado debido a su fragilidad. Una opción es pasar los billetes por una llama de un encendedor durante unos segundos. Asegúrate de no quemar los billetes y de tener precaución al hacerlo. Otra opción es poner los billetes en una bolsa de plástico y congelarlos durante 24 horas. Esto matará las bacterias y hongos presentes en el dinero.
Es importante recordar que, aunque estas medidas pueden ayudar a reducir la cantidad de bacterias y hongos presentes en el dinero al desinfectarlo, no son una solución definitiva. Es importante seguir prácticas de higiene como lavarnos las manos regularmente y evitar tocar nuestra cara después de manipular el dinero para reducir el riesgo de infecciones.