El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina y millones de personas ya están listas para reunirse con sus amigos, familiares y seres queridos en general. Además, también es muy posible que se respete a rajatabla la tradición de comer 12 uvas como señal de abundancia y pedidos de buenos deseos.
En esta época, en las calles es súper común encontrar puestos ambulantes de ventas de uvas y de sidra para recibir el 2023. No todas las familias ponen en práctica esta costumbre, pero es cada vez más habitual. Incluso algunas lo adoptaron como amuleto de la suerte y un momento para pedir deseos.
La tradición marca que hay que comer 12 uvas durante las campanadas que anuncian la llegada del Año Nuevo y que cada uno de estos granos simbolizan los 12 meses del año próximo a vivir. Por cada grano, la persona puede pedir un deseo para que se cumpla en el determinado mes. O sea, el pedido del primer deseo corresponde a enero; el segundo a febrero y así sucesivamente.
Esta tradición obviamente provoca un aumento en el valor de las uvas, frutas que antes del 31 de diciembre son muy solicitadas en todo el país. No obstante, no todos saben que esta tradición adoptada por los mexicanos no tiene su origen en nuestro país, sino en Europa.
La ingesta de las uvas y el pedido de los deseos surgió en España en 1909, según informó la National Geographic. En aquel entonces, los productores de uva españoles buscaron vender un excedente que tenían de la cosecha y crearon este ritual que busca atraer la abundancia, el amor y el dinero.