Tener una mascota puede ser muy beneficioso para la salud mental y física. Esto se debe a que los animales de compañía ofrecen cariño, apoyo y lealtad, lo que puede ayudar a reducir la sensación de soledad. Además, pasar tiempo con tu mascota, ya sea acariciándola, jugando o paseando, puede liberar tensiones y mejorar tu estado de ánimo. Esto se debe a que estas actividades pueden disminuir la hormona cortisol, que se libera durante el estrés y puede afectar la calidad del sueño.
Tener una mascota también tiene el beneficio de fomentar la responsabilidad, ya que requiere cuidar y atender a tu compañero favorito y puede ayudar a interactuar con otras personas. Esta responsabilidad puede extenderse a otros ámbitos de la vida, promoviendo la establecimiento de rutinas y horarios regulares.
Además, varios estudios han demostrado que los animales pueden mitigar sentimientos negativos y pueden ayudar a combatir enfermedades como la depresión. Incluso, solo mirar a tu mascota puede liberar mayor cantidad de oxitocina, también conocida como la hormona de la felicidad.
Los animales, especialmente los perros, también pueden participar en intervenciones asistidas, que consisten en la incorporación de uno de ellos a un proceso terapéutico o educativo como complemento. Estas intervenciones se realizan de manera multidisciplinar y pueden tener beneficios en una variedad de ámbitos, como trabajar con personas mayores con depresión, Alzheimer y demencias, trabajar con niños con trastornos del espectro autista y trabajar con personas que han sufrido traumas.
Además de los beneficios para la salud mental, tener una mascota también puede tener beneficios para la salud física. Por ejemplo, caminar con tu perro puede mejorar la condición física y ayudar a controlar el peso. También puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y disminuir la presión arterial.