Los gatos son animales domésticos que representan una muy buena compañía si se los cría y educa, además contribuyen a reducir el stress ya que son los peluches ideales que en ocasiones necesitamos, para aliviar nuestro stress. Pero, como pasa con las mascotas, suelen tener algunos comportamientos que pueden llegar a afectar el hogar y nuestras plantas. A continuación, los tips para que tus felinos no dañen tus plantas de interior.
El primero de los repelentes para tus gatos son los olores cítricos. Puedes rayar cáscaras de limón o naranja y ponerlas sobre la tierra de las plantas. Esto también le servirá de abono y puede verse muy bonito si usas tonos pálidos en contraste con los verdes fuertes de las plantas o el color oscuro de la tierra. En caso de que no quieras que se vean las cáscaras sobre las plantas, puedes emplear aceites aromatizados con olores cítricos, empapar un algodón con él y ubicarlo detrás de la planta o en un lugar cercano dónde no se vea. Si usas este método recuerda poner el algodón sobre un plato o base, no querrás manchar tu piso o paredes.
Si posees un jardín externo y quieres protegerlo, ya sea de tus gatos o los vecinos, puedes plantar algunas plantas que no les gusten a los gatos. Por ejemplo, utilizar citronela o cebollín, estas plantas dan flores bonitas y son de fácil mantenimiento. Así lograrás mantener a los gatos a metros de distancia de tu jardín.
El olor a café represente algo delicioso para la nariz humana, pero sin duda que sacará disparado a tu gato ni bien sienta este aroma. A los gatos tampoco les gusta el olor de las hojas de té. Por lo tanto, puedes emplear estos elementos y hacer una mezcla con granos de mostaza y ubicarlos en la tierra.
La última opción para cuidar las plantas de balcón o las de exteriores es mezclar agua con tabaco y dejarla reposar unos días. Después verter este líquido sobre la tierra de las plantas. Un beneficio extra que tiene este método es que te servirá como insecticida natural.