Las bebidas alcohólicas son una de las elecciones predilectas de las personas para acompañar los momentos sociales, por ese motivo es indispensable conocer qué se está consumiendo y prestar atención a los ingredientes que componen el producto. En algunos casos, las marcas engañan con lo descripto en la etiqueta.
Debido a esto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en conjunto con el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, realizó un estudio de las bebidas alcohólicas que dicen presente en el mercado mexicano. Debido a esto, la principal conclusión arrojó que hay licores económicos que no deberían ser clasificados como bebidas alcohólicas.
El estudio científico que realizó la Procuraduría indicó que se realizaron más de 340 pruebas realizadas en 41 productos. Las conclusiones fueron notables y marcaron que hay una serie de marcas que no ofrecían el contenido que habían prometido en la etiqueta.
En total, los resultados del estudio científico indicaron que 6 licores de caña, 1 licor de ginebra, 2 licores destilados de caña, 2 de charanda, 5 denominados como rones, 3 brandys, 12 de agave, 6 vodkas, uno de agave con sabor y 3 whiskies no cumplían las reglas.
Según la Profeco, el principal inconveniente son las marcas que se definen a sí mismas como licor, pero que no cumplen el porcentaje mínimo de azúcares; se trata de:
- El Compadre: supuestamente licor de agave cristalino reposado en su presentación de un litro, contiene menos del 0.2% de lo establecido, al igual que los siguientes casos.
- El León Dorado: licor de caña en su presentación de 960 ml.
- Paloma Blanca: licor de agave en su presentación de un litro.
- Vertigo: licor de agave en su presentación de 750 ml.
- El Compadre: licor de agave reposado en su presentación de 750 ml.