La mandarina es una de las frutas más consumidas en todo el mundo por su sabor y sus propiedades. Además, en el último tiempo un estudio de la Universidad de Western Ontario, Canadá, informó que la cáscara de mandarina puede ayudar al organismo a través de sus nutrientes mediante una infusión. La receta es muy sencilla: lo primero que debes realizar es hervir agua y luego agregar las cáscaras para que los nutrientes penetren. Estas son cuatro razones por las que debes aprovecharla.
Para empezar, hay que tener en cuenta que la cáscara de mandarina reduce el colesterol y purifica la sangre porque tiene 20 veces más antioxidantes que la pulpa de la mandarina. Según un estudio de la Universidad de Western, como infusión puede tener mejor efecto que algunos medicamentos.
Tiene Salvestrol Q40. Según la ciencia, es un compuesto que puede prevenir el cáncer. Expertos de la Escuela de Farmacia de Leicester descubrieron que consiguió destruir células cancerosas de seres humanos, las cuales contienen una enzima llamada P450 CYP1B. El compuesto presente en la piel de la fruta abrió nuevas posibilidades de tratar el cáncer de pecho, pulmón, próstata y ovario.
El Instituto de Química de Bulgaria confirmó hace un tiempo que la cáscara de mandarina ayuda con los problemas gastrointestinales. Esto se debe a sus propiedades incluyen altos niveles en una fibra dietética que se llama pectina y que ayuda a mejorar la salud intestinal, aumentar la saciedad y mejorar el sistema inmunológico.
Por último, la mandarina, como todos los cítricos, es por si misma un desintoxicante natural gracias a sus propiedades altamente alcalinas. Una infusión con la cáscara de esta fruta va a ayudar in extremis a que el cuerpo que lo consume pueda eliminar las toxinas que el cuerpo no necesita.