Día de Muertos es una celebración que ha traspasado fronteras, no sólo en la geografía, sino también en las costumbres que atraviesan a todos los mexicanos. En cada ofrenda se colocan los platillos favoritos que en vida gustaban al ser querido y los postres son una de las mejores opciones.
La calabaza en tacha, por ejemplo, es una ofrenda muy común en los altares para el Día de Muertos. Este platillo típico se prepara en diferentes estados de la República Mexicana, convirtiéndose en un clásico de la fecha.
Cada región de México suele preparar de manera distinta esta ofrenda. Por lo general, se utilizan ingredientes de la temporada de Día de Muertos, como calabaza de Castilla, guayaba, canela, piloncillo, caña y tejocotes.
Otro postre infaltable en los altares de Día de Muertos son los tecojotes en almíbar con canela. Esta ofrenda es cocida en una miel de azúcar o piloncillo, canela y a veces clavos. Es muy común en los estados del centro del país y se prepara especialmente en los últimos meses del año, cuando el fruto abunda.
Finalmente, el dulce de camote es la ofrenda básica en los altares de Día de Muertos. Se acostumbra en Colima y Nayarit. En Colima, se vende de manera ambulante por las mañanas, pues es habitual en el desayuno. También se vende el dulce de calabaza