Las estaciones del año tienen un importante impacto en nuestra vida sexual, aunque no todos lo tienen en cuenta. En la época en la que más se percibe es en invierno, etapa en la que más allá del frío se producen una serie de eventos que hacen actuar al ser humano de forma extraña. Estas son una serie de razones por las que sucede y cómo se podría evitar.
En el invierno, la vida sexual decae por un lema: "Poco sol, poca potencia". La falta de la vitamina D puede causar disfunción eréctil, según el estudio presentado en 2018: "The effect of low vitamin D status on sexual functioning and depressive symptoms in apparently healthy men: a pilot study".
La libido disminuye debido a la llegada de la estación del año más fría. Las jornadas grises afectan el "apetito sexual", pero tienes que tener en cuenta que existe un "trastorno afectivo estacional" y que se manifiesta en algunos momentos del año. No son pocas las personas que la padecen sin tener conocimiento de ello.
La hibernación es un acto que los animales suelen realizar durante el invierno porque el frío dificulta las tareas cotidianas como salir de la cama y emprender el día. Estas actitudes dificultan la convivencia y aislan a las personas en sus propios pensamientos. Esta soledad puede bajar las ansias sexuales y dejarlas en un segundo plano.
El horario de invierno viene con las fiestas de invierno que suelen traer una ansiedad que puede afectar la actividad sexual. Justin Lehmiller, del Kinsey Institute, publicó un artículo en Vice en el que las situaciones sociales aumentan las ganas de estar en pareja porque las personas se involucran en conjunto en determinadas actividades.
Por último, una gran razón por lo que el invierno afecta la vida sexual es el aumento de la ropa. Menos piel, menos ganas reza el lema que aumenta el desinterés sexual. Según el psicólogo Ryan Jones, el líbido disminuye cuando las personas están menos expuestas a los estímulos.