La cantidad de recetas deliciosas que puedes preparar en un horno son incontables. Paradójicamente, eso también genera que sea el electrodoméstico que más requiere dedicación a la hora de limpiar. Por eso, te dejamos el truco casero perfecto para esa tarea.
El uso constante del horno, aunado a la falta de mantenimiento, produce la acumulación de grasa en las paredes, el suelo y el cristal, lo cual hace que limpiar sea una verdadera batalla. Por suerte, solo necesitarás dos ingredientes: bicarbonato de sodio y vinagre. ¡Manos a la obra!
Para limpiar tu horno, primero agrega en un recipiente tres cucharadas soperas de bicarbonato y dos de agua, de manera que revolviendo se forme una pasta. Llena el atomizador con media taza de vinagre y dos de agua y rocía con esta solución todas las superficies del horno, incluyendo el vidrio.
Después, saca las rejillas y las bandejas del horno, colócalas en el lavavajillas y rocíalas con la solución de vinagre y agua. Cubre con la pasta de bicarbonato de forma abundante y deja limpiar por 1 hora (o más, dependiendo de la magnitud de la suciedad).
Tras frotar con intensidad, enjuaga y seca con un pañuelo limpio. Mientras las rejillas y bandejas están cubiertas con la pasta, continúa con el interior del horno que previamente rociaste con vinagre. Para ello, extiende la pasta de bicarbonato en todas las paredes, piso y vidrio sin dejar ningún recoveco sin cubrir. Permite que actué alrededor de 45 minutos.Luego limpia con agua y repite el procedimiento las veces que sea necesario.