La salud mental es indispensable para tener una vida saludable y una buena relación de pareja o de amistad le otorga equilibrio a la mente. En algunos casos, puede ser difícil aceptar que es momento de terminar una amistad o a una relación romántica que cumplió un ciclo.
Según la doctora Christie Kederian, especializada en la psicología de las relaciones, cuando tienes una pareja o una amistad por mucho tiempo, empiezas a asumir que la tendrás para siempre, “pero la realidad es que todas las personas crecemos y evolucionamos, y quizá la persona que eras en la prepa ya es muy distinta a quien eres hoy”, expresó. Por ello, describió cuatro señales para darte cuenta que estás en una relación tóxica.
Para empezar, debes enfocarte en los patrones. Es posible que estés más sensible en otoño e invierno, así que puede ser fácil achacarle a eso tus sentimientos complicados sobre una amistad. Pero si notas patones poco sanos que llevan un tiempo ocurriendo, puedes reconocer una relación tóxica.
Por otra parte, considera si te has sentido poco segura siendo tú misma. Las dinámicas tóxicas con frecuencia inhiben tu habilidad de sentir que puedes mostrarte y ser aceptada por la persona que eres. La experta en psicología, dijo: “imagina que tienes una amistad que siempre te está menospreciando. Le cuentas algo que pasó en el trabajo y te dice que no es para tanto. Minimiza tus problemas o tus logros”. Una buena amistad te escucharía, apoyaría y afirmaría.
La tercera señal reza: analiza si los celos obstaculizan su lazo; en una relación de amistad sana, las dos personas celebran los éxitos de la otra, pero en una dinámica tóxica puedes sentir que no puedes reconocer tus subidas y bajadas porque los celos entran al juego. No es bueno tener amistades que dejan que los celos se interpongan en desear lo mejor para ti.
Por último, hay que pensar en la reciprocidad debido a que si una amistad solo va en una dirección y solo importan las necesidades de una persona, lo más probable es que no sea buena para la salud mental. Kederian, dijo: “Si tu amistad consistentemente te pide que la apoyes o ayudes, pero nunca está ahí para ti, te puede llevar a preguntar si realmente le interesa tener una buena amistad o solo quiere lo que tú le puedes dar”.