Anna Ferro compartió nuevos detalles sobre Fernando del Solar, casi dos años después de su fallecimiento. La esposa del conductor reveló que no pudieron seguir las indicaciones de Ingrid Coronado para que sus hijos, Luciano y Paolo, asistieran al funeral y se despidieran de su padre, debido a un incidente que cambió los planes de la presentadora para los menores.
En una reciente entrevista con Anette Cuburu, Ferro habló sobre diversos temas, desde cómo comenzó su relación con el ex conductor de "Venga la Alegría" y "Hoy", hasta su disputa con Coronado por una propiedad. Sin embargo, una de las anécdotas que más captó la atención fue la relacionada con el funeral del actor argentino, al cual asistieron sus dos hijos.
Ferro señaló que después del fallecimiento del conductor, Coronado se comprometió a llevar a sus hijos para que se despidieran de su padre. Paolo y Luciano se presentaron en la funeraria, pero la presentadora de televisión había solicitado que los menores no vieran el cuerpo de Del Solar en el ataúd.
"Pero, que pedía ella (Ingrid Coronado), porque había hablado con una tanatóloga, cerrar el ataúd y que nada más (los niños) iban a dejar una cartita y que no lo vieran”, destacó Anna, quien apuntó que siguieron la indicación pero durante el día no se puedo lograr esto, debido a que uno de los niños sí logró ver a Fernando del Solar en la caja.
“Los llevamos (a Luciano y Paulo) al funeral, a donde estaba la capilla, pero les pedimos: ‘Quédense aquí’. Hicimos una pequeña ceremonia, con el ataúd cerrado y después sí se abrió, para que cada uno se fuera a despedir. Entonces, uno de los chicos lo vio, y dijimos: ‘¡Dios!’. Cuando les habían pedido, porque a mí no, que (ellos) no estuvieran ahí", contó.
Luego, cerró: "Fue, en una forma de quererlos proteger, pero al mismo tiempo, nos brincamos algo que se les había pedido a ellas. Hubo como el reclamo hacia ellas (mis cuñadas). No fue con ningún dolo ni con ninguna mala intención. No nos podíamos ir o sacarlos de ahí porque estaban todos los reporteros afuera, entonces era un verdadero relajo”.