MASCOTAS

¿Cómo hablar con tu gato y que te entienda?

Los felinos son expertos en comunicación, pueden mejorar tu vínculo si sabes que esta queriendo expresar a través de su maullido.

Gatito maullando. Fuente: Pexels.
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Los gatos, pequeñas mascotas de cientos de hogares, con su maullido nos hacen sentir en compañía. A través de su lenguaje vocal ellos tienen la posibilidad de expresar sus necesidades y emociones, sin embargo, aunque no los creas puede ser muy fácil descifrar que es lo que no estás queriendo decir y fortalecer tu vínculo con ellos.

Con su dulce maullido los gatos buscan solicitarnos o decirnos algo, sin embargo, hay diversas características que nos cuentan un poco más sobre lo que nos están intentando decir. Por ejemplo, con la intensidad, el tono y la frecuencia de los maullidos ofrecen pistas. Un ronroneo mientras está acostado boca arriba indica relajación, mientras que un gruñido en la misma posición sugiere que necesita espacio o puede sentir dolor.

Gatito maullando. Fuente: Pexels.

Además, los felinos tienen un maullido diferencial cuando se encuentran en celos. Si su maullido es prolongado en el tiempo, no muy fuerte, probablemente tenga hambre o sed. Pero además ellos poseen un lenguaje corporal que puede ayudarte a comprender más aún, cuando ellos rascan superficies no solo es un acto de marcaje territorial sino también una forma de exhibición, o también, cuando un gato amasa con sus patas zonas blandas, está mostrando su comodidad y afecto hacia ti. El frotamiento de su barbilla o cuerpo en objetos indica la marcación de territorio, considerando todo lo que tocan como su propiedad, incluyéndote.

Gatito maullando. Fuente: Pexels.

Los gatos son expertos en comunicación no verbal, su postura, posición de orejas, mirada, movimiento de la cola y expresiones faciales revelan su estado de ánimo. Orejas hacia adelante indican alegría o interés, mientras que hacia atrás pueden significar irritación o enojo. La posición de la espalda y el pelaje erizado denotan su comodidad o incomodidad con el contacto físico. Los movimientos de la cola y la dilatación de las pupilas son señales adicionales de su estado emocional.

Es fundamental demostrar amor y cariño a tu gato desde el principio para establecer un vínculo positivo. Esto permitirá establecer límites sin recurrir a la agresividad y fomentará una convivencia armoniosa.