El rey Carlos III fue coronado en los últimos días en un evento que mantuvo en vilo al Reino Unido. Además, su esposa, Camila, también recibió el título de reina. Sin embargo, llamó la atención que no recibió el de "reina Consorte", una figura que dejó de existir públicamente.
Tras la coronación del monarca, Camila fue reconocida con el título de reina Camila y sorprendió a los fanáticos de la realeza británica porque no fue llamada ‘Consort’ (Consorte, según la traducción al español) como había sido nombrada desde la muerte de la reina Isabel II.
El cambio fue marcado por las invitaciones oficiales emitidas para la coronación del rey Carlos III que rezaban "La Coronación de Sus Majestades, el Rey Carlos III y la Reina Camilla". O sea, más oficial imposible. De hecho, el pasado sábado recibió la corona de la Reina Mary, esposa del Rey Jorge V, quien lució la pieza en su propia coronación como reina consorte en 1911.
El nuevo título generó controversia y dudas en los fanáticos de la realeza británica. La principal pregunta estaba atada a qué rol va a ocupar ahora y qué pasaría con ella si muriera el rey Carlos III. Para empezar, hay que tener en cuenta que su papel va a seguir siendo el de apoyar a su esposo en sus deberes oficiales y representar a la monarquía en algunos eventos. En el caso de un deceso de su esposo, no tendría el trono ella sino un miembro de la familia real.
En la línea directa de sucesión de la realeza británica se destaca el actual príncipe William. Este orden está determinado por descendencia y se hereda por los hijos de un soberano. En el caso de que William muriera antes que el rey Carlos III, el hijo de William, el príncipe George de Cambridge, sería el siguiente en la línea de sucesión al trono y no el príncipe Harry, el segundo hijo de Carlos y hermano de William.