El rey Carlos III se coronó este sábado 6 de mayo, y desde entonces, su elección de vestuario ha sido tema de discusión. A diferencia de otros miembros de la realeza, el rey ha mostrado una mentalidad ecológica al reutilizar prendas históricas en su traje de coronación. El reciclaje de prendas es una práctica común entre la realeza, y en esta ocasión, el rey Carlos III decidió utilizar túnicas y accesorios que habían sido utilizados por sus antecesores, en lugar de optar por un atuendo completamente nuevo.
Una de las piezas centrales de su traje es la súper túnica, una prenda elaborada en seda de oro tejida en 1821, que se lleva debajo del Manto Real Imperial. También usó dos túnicas adicionales, todas con hilos de oro que no habían sido usadas por más de siete décadas. Además, los guantes, el Manto Real Imperial y otros accesorios fueron reutilizados en lugar de ser confeccionados desde cero.
La reina Isabel II, madre del rey Carlos III, también contribuyó a la sostenibilidad del atuendo de coronación. En el momento de la coronación dentro de la Abadía de Westminster, Carlos usó la misma túnica que su madre llevó en su ceremonia de coronación en 1953.
La elección del rey de utilizar prendas históricas y reutilizar accesorios es una muestra de su compromiso con el medio ambiente y su preocupación por la sustentabilidad. La práctica de reciclar prendas de vestir es una tendencia en la moda actual, y el rey Carlos III demuestra que incluso en eventos importantes como la coronación, es posible optar por un atuendo ecológico y sostenible.
El reciclaje del traje y la reutilización de accesorios no solo contribuyen a la sostenibilidad ambiental, sino que también pueden tener un impacto positivo en la economía circular. La reutilización de prendas y accesorios permite que los materiales y recursos se mantengan en circulación durante más tiempo, y reduce la necesidad de fabricar nuevos productos. Además, la reutilización de prendas históricas también puede tener un valor cultural y patrimonial.