Verónica Castro es protagonista, desde hace unos años, de varios rumores en torno a su salud mental, donde se han desatado especulaciones acerca de una profunda depresión que la artista vendría arrastrando desde hace un buen tiempo, con ataques de llanto y sentimientos de soledad.
Fueron muchas las personalidades que se hicieron eco de ello, pero también hubo otras que la negaron, entre esas famosas opinó la actriz Leticia Calderón, quien desmintió las declaraciones de la amiga anónima: “La vi perfecta, preciosa, divina. De verdad, la veía, la veía y la veía, y decía ‘¡es qué hermosa eres. Pero además, por dentro y por fuera. Es una mujer que siempre ha sido muy sincera. Ustedes la conocen, muy neta, muy dicharachera. Me encanta su sentido del humor. “Sí, (Verónica Castro) es un amor. Estuve con ella. Me hizo el favor de recibir en su casa Acapulco, cotorreamos; me llevé a mi hijo. Chismeamos muy a gusto y ya. Fue un ratito nada más”, sostuvo.
Pese a estas contundentes declaraciones, los rumores han vuelto a aparecer. Sin embargo, en una reciente entrevista, su hijo Michel Castro ha confirmado que su madre no tiene depresión, pero lo cierto es que aún sufre secuelas físicas por el accidente que vivió en 2004 tras haber montado un elefante durante la final de reality Big Brother VIP.
“Es mentira. De repente, ha tenido visitas y todo. Claro que no sufre ningún problema de salud mental. Son especulaciones que hace la gente o algunos medios. Realmente, está bien. Sí, a lo mejor le falta un poquito de fuerza para encaminarse en algún proyecto o algo así. Mi mamá anda con unos bachecitos de salud. Viene arrastrando la operación de hace mil años (por el elefante) y algunos dolores, pero no, va bien, va bien y esperando que ya agarre fuerzas”, asegura el hijo de Verónica Castro.
Recordemos que este accidente fue televisado y mostró sólo un jaloneo que se desató después de que el paquidermo se estresara por los ruidos del público y la pirotecnia, no obstante, este movimiento brusco fue suficiente para que a Verónica se le tuviera que reconstruir la cadera, se le puso un cuello de titanio y perdió la médula espinal.