Irma Serrano "La Tigresa" fue una mujer de belleza exótica que logró conquistar los corazones de muchos hombres, pero afirmó haber tenido sólo tres amores en su vida, y los demás fueron sólo "affaires". Sin embargo, mucho se ha dicho sobre su vida privada y quienes han formado parte de ella.
Desde muy temprana edad, Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, nombre completo de la actriz, vivió la ilusión del amor al enamorarse de un hombre llamado Jorge de la Vega cuando tenía 13 años. No recuerda si era su primo o tío, pero fue un amor no correspondido porque nunca lo reveló, y se conformó con verlo en la plaza de Comitán paseando con sus novias.
Cuando sólo tenía 17 años, tuvo una relación con el entonces gobernador de Veracruz, Fernando Casas Alemán, algo que no fue bien recibido y causó mucho revuelo, pero Irma Serrano todavía consideraba a este político uno de sus tres grandes amores.
El segundo y más escandaloso de ellos fue la relación que tuvo con el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, a quien Irma Serrano conoció en una reunión de políticos y a partir de entonces se convirtió en su amante durante cinco años, un hecho muy conocido por todos y un gran escándalo para la época, ya que el presidente estaba casado con Guadalupe Borja, quien siempre estuvo al tanto de los costosos regalos que la actriz recibía, desde una lujosa mansión hasta antigüedades, como la cama de la Emperatriz Carlota.
En los años setenta, tuvo un romance con el empresario Alejo Peralta, el tercero de sus grandes amores, pero a pesar de que su relación fue de corta duración, "La Tigresa" dijo que congeló su esperma para intentar quedarse embarazada más tarde. Esto sucedió cuando ya estaba en sus setenta, pero a pesar de los informes de que había concebido in vitro y perdido el producto, la actriz más tarde negó que esto hubiera sucedido.