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La broma de Chris Hemsworth y Elsa Pataky a sus hijos que despertó fuertes críticas

Aunque para los niños fue una situación divertida, algunos usuarios consideraron la broma como "violenta y ridícula".

Fuente: Instagram @chrishemsworth
Chris Hemsworth.Fuente: Instagram @chrishemsworth
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La broma que Chris Hemsworth y Elsa Pataky le hicieron a uno de sus hijos en su cumpleaños generó un gran revuelo en las redes sociales. La pareja de actores publicó una foto en Instagram en la que se ve a la madre y a la hija sosteniendo la cabeza del cumpleañero mientras que el actor y su hermano se ríen a carcajadas.

La broma consistió en aplastar su cara contra la torta de cumpleaños. Aunque para los niños fue divertido, los seguidores de la pareja criticaron el hecho calificándolo de “violento” y “ridículo”. En la publicación, Hemsworth escribió un mensaje en tono de broma indicando que esa era la única forma de comer torta en su casa.

Chris Hemsworth | Fuente: Instagram @chrishemsworth

Aunque la familia parecía disfrutar del momento, algunos usuarios cuestionaron la broma tildándola de violenta. Varios seguidores señalaron que no podían entender por qué la gente aplasta la cara de sus hijos en la torta. Incluso algunos usuarios mencionaron que en su país esta práctica está mal vista debido a los accidentes que han ocurrido.

Chris Hemsworth | Fuente: Instagram @chrishemsworth

A pesar de las críticas, también hubo quienes defendieron a la pareja y la consideraron una broma inofensiva. Algunos usuarios señalaron que era solo un juego y que todo había sido parte de una humorada. Otros reflexionaron sobre el hecho de que los niños que crecen con la capacidad de aceptar una broma no piensan que sumergir la cabeza en un glaseado es violento.

Aunque Chris Hemsworth no se pronunció sobre el tema, la broma que realizaron a sus hijos generó una gran controversia y se convirtió en tema de discusión en los medios de comunicación durante varios días. Sin embargo, esta situación también deja al descubierto una realidad en la sociedad actual: la falta de consenso sobre qué se considera divertido y qué se cruza la línea de lo aceptable, incluso en el seno familiar.