El Feng Shui es el antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta que está basado en la ocupación consciente y armónica del espacio. Cada objeto tiene como objetivo conseguir una influencia positiva en la energía de las personas que lo habitan y las plantas no son la excepción.
Según la cultura Oriental, el árbol de jade es una planta que llevará abundancia al hogar que lo haga parte de la decoración de interiores. Se debe colocar en la puerta de entrada del hogar para que cumpla con su función de distribuir energías positivas y absorber las negativas.
A pesar de que el árbol de jade necesita agua, hay que tener en cuenta que el exceso puede matar la planta y por eso hay que tener la capacidad para lograr un equilibrio justo. Una forma de activar la buena energía es atándole un hilo rojo en el tronco o poniéndole unas monedas doradas en la tierra.
Más allá de eso, hay que aprender a cultivar la planta y para eso es necesario cortar un esquejo de aproximadamente 10cm de una planta anterior. Tras hacer esto, hay que sanar el corte colocando aloe vera para evitar que se pudra la "planta madre".
Una vez cortado el esquejo del árbol de jade hay que conseguir una maceta y ubicar allí el pequeño tallo, rodearlo con piedras y una vez que esté firme, hay que llenar la maceta con agua. Para que crezca en buena forma, hay que colocarla en una zona cálida, pero sin luz directa.