Dani Alves, el futbolista brasilero que supo jugar para los Pumas de la UNAM fue detenido hace dos semanas por la Policía de Cataluña -Mossos d'Esquadra- como investigado en una causa en la que se lo acusa de agredir sexualmente a una mujer. Los agentes tomaron la declaración del futbolista en la "comisaría barcelonesa de Les Corts” y la jueza dispuso que entre en prisión sin derecho a una fianza.
En el medio de las investigaciones de este caso, cualquier prueba puede resultar decisiva para resolver el caso. Tal es el puntilloso sistema que utilizan los investigadores que hasta unas zapatillas pueden determinar si en efecto, el futbolista permanece en la cárcel o si es inocente.
Según lo declarado por la víctima, el futbolista le habría insistido varias veces para que entrara al baño del reservado VIP. Sin embargo, la defensa de Dani Alves asegura que en las imágenes de las cámaras de seguridad se puede ver como la joven entra dos minutos más tarde y por voluntad propia.
Esto haría tambalear el argumento de la supuesta víctima y sería casi la única vía de escape para el exjugador del FC Barcelona. Pero hay un detalle clave que comprobaría su versión: las zapatillas blancas que llevaría Alves esa noche. Según lo contado por la joven mujer, el jugador estaría en un punto ciego de la zona, justo detrás de la puerta de entrada al servicio (de ahí que no se lo puede observar en los vídeos). Sin embargo, según informó el medio periodístico español 'La Vanguardia', sus zapatillas blancas son por demás visibles en el reflejo de un espejo del recinto nocturno donde habrían ocurrido los hechos.
De confirmarse que Dani Alves es el dueño de las zapatillas blancas, el relato de la joven tomaría más fuerza aún y a Cristóbal Martell -abogado del jugador- le quedarían pocos argumentos para defender a su cliente.