'Berlín', la precuela de la exitosa 'La casa de papel', que se estrenó el 29 de diciembre en Netflix, tiene en su protagonista, Pedro Alonso, a su máximo valedor, aunque se rodea de un elenco, que le arropa y entre todos consiguen ese vínculo necesario entre las dos series.
Buscando el fondo de esa personalidad compleja, de esa mente privilegiada para el atraco sin mácula, la serie de la productora de Vancouver Media, creada -al igual que la exitosa serie española- por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, incide en el atractivo de un hombre calculador, egocéntrico, romántico, amante del riesgo, del dinero y de las mujeres por encima de todo.
París es el marco ideal para dar rienda suelta a la creatividad de unos ladrones de guante blanco, con una minuciosa manera de trabajar, que tienen como objetivo robar 44 millones de euros en joyas históricas pertenecientes a grandes familias. Cuando todo parecía hilvanado a la perfección, el hedonismo de 'Berlín', su gusto por disfrutar de los placeres de la vida y su deseo de vivir la pasión de la primera fase del enamoramiento le llevan a poner en riesgo todo el plan, pero no es el único que se lanza al vacío.
Pedro Alonso aún no es Berlín, es Andrés de Fonollosa, el líder de la banda. Astuto, siempre un paso por delante de los demás, mientras que Tristán Ulloa, Damián, asume el papel de su amigo entrañable y confidente, muy diferentes entre sí, pero con un pasado común.
Michelle Jenner es Keila un cerebro informático; Begoña Vargas es Cameron, una joven sin arraigo que sabe vivir al límite; Julio Peña Fernández, Roi, que pretende ser el alter ego de 'Berlín' en su juventud, y Joel Sánchez, Bruce, que sabe cómo sacar el mejor partido a sus manos.
Personajes que se complementan, con un pasado repleto de relaciones familiares y sentimentales que marcan su juventud, que divertidos se atreven a ser protagonistas de una imagen idéntica a la de los Beatles en la portada del disco 'Abbey road'. Un reparto que se completa con Samantha Siqueiro, Julien Paschal, Masi Rodríguez y Rachel Lascar