La reina Isabel II falleció el pasado 8 de septiembre y su deceso conmocionó al Reino Unido y al mundo entero. El pasado miércoles, se realizó la procesión de los restos de la fallecida monarca hacia el Palacio de Westminster y el lunes se llevó a cabo el funeral de Estado y entierro de la desaparecida soberana.
El actual monarca de la corona británica es Carlos III, mientras que William y Kate heredaron los títulos de Príncipe y Princesa de Gales respectivamente, que anteriormente tenían Carlos y su difunta ex esposa, la Princesa Diana. El título, que normalmente ostenta el heredero varón al trono, no se transmite automáticamente, debe ser otorgado por el soberano de la realeza británica.
En esta posición, Kate Middleton adoptó muchas más responsabilidades, concretamente tiene 5 actividades totalmente prohibidas. La primera es despedirse de las selfies, ya que el príncipe William considera que esto podría virar la atención hacia ellos, desplazando sin querer al monarca que encabece Reino Unido, en este caso, el Rey Carlos III.
Además, tiene prohibido dar autógrafos a sus seguidores, práctica que, aunque esté en desuso corre el riesgo de que falsifiquen su firma, por lo cual, al igual que su esposo, se debe negar a dar este tipo de dedicatorias. Además, deberá ser modelada con los colores que vista y con los accesorios que utilice, así como su color de esmalte, pues no debe utilizar ningún color llamativo, limitándose así a los tonos claros como el ‘nude’ y el salmón.
Kate también deberá prestarle atención a la ‘Política de regalos’ publicada en la página oficial del Palacio de Buckingham el 5 de septiembre de 2003, que establece qué tipo de regalos no puede aceptar ni Kate Middleton ni ningún otro integrante de la familia real. Por último, la prohibición más polémica es que el príncipe William y la princesa Kate no se pueden dar muestras de amor por protocolo.