Alma Delia Fuentes fue una de las actrices de la Época de Oro que decidió alejarse de la industria del cine desde muy joven y terminó sus días de una forma trágica, lejos de la altura de una estrella de la actuación.
De un exitoso paso por la pantalla grande y contar con una extremada belleza, Alma Delia Fuentes nació en la Ciudad de México el 22 de enero de 1937 y comenzó su carrera artística a una muy temprana edad, concretamente a los diez años en “Sinfonía de una vida”. Desde entonces no paró de aparecer en películas y brillar con todo su talento, el cual pudo pulir al estudiar teatro y terminar de ampliar su formación.
Contando con tan solo 14 años, el cineasta Luis Buñuel vio en Alma un talento oculto y la incluyó en su película Los olvidados, la cual sería una de las más apreciadas por la crítica extranjera y que ha sido nombrada Memoria del Mundo por la Unesco.
Tras cosechar un amplia trayectoria actoral, Alma decidió pegar un portazo a los reflectores de los grandes estudios y decidió dedicarse de lleno a la crianza de sus cuatro hijos: Alma Delia, Ana Rosa, Bertha Eugenia y Julio, producto de su relación con Julio Azcárraga. Tras este retiro, se divorció y eligió casarse en segundas nupcias con Rafael del Río, aunque su romance fue breve y terminaron divorciándose.
A partir de la década del 70, Fuentes no solo se retiró de la actuación sino que nadie más supo de ella, pero finalmente trascendió que en los últimos años de su vida la mujer vivía en condiciones inhumanas, estando completamente abandonada en lo que fue su lujosa mansión en Naucalpan, Estado de México, ya que su familia la dejó sola y quedó solamente acompañada de su perro, muebles y objetos viejos y montañas de basura.