Andrew Garfield fue el protagonista de la segunda saga de Spider-Man en la gran pantalla. El actor, que hoy cumple 39 años, se hizo cargo del personaje una vez que quedó claro que Tobey Maguire no iba a continuar dando vida al histórico superhéroe de Marvel.
A 'The Amazing Spider-Man', la película dirigida por Marc Webb, le fue bien en taquilla, pero se quedó por debajo de las tres aventuras lideradas por Maguire. Sin embargo, hubo otra versión del Spider-Man de Garfield, en 2014, cuyos ingresos se quedaron por debajo de su predecesora, pero a pesar de ello había planes para una tercera entrega.
El actor, que tiene más de un millón de seguidores en Instagram, iba a protagonizar la tercera película de Spider-Man, pero todo cambió en muy poco tiempo.. El actor señaló que había fallado la segunda entrega: "Creo que lo que pasó fue que, si tienes algo que funciona como bloque y empiezas a quitar partes, se rompe el hilo conductor, y es difícil volver a recuperar el tono de la historia. Algunas personas del estudio tenían problemas con ciertos tramos y ellos tienen la última palabra", dijo.
Lo siguiente que se supo fue que Sony anunciaba en febrero de 2015 que cancelaba 'The Amazing Spider-Man 3' y que había llegado a un acuerdo con Marvel para compartir al personaje. Por supuesto que se bajaró la posibilidad de que el Spider-Man de Andrew Garfield pasase a formar parte del MCU, una idea que se descartó con rapidez.
Al respecto, el actor que interpretó en dos oportunidades a Spider-Man, dijo: "Algo que ocurrió con esa experiencia, para mí, es que en realidad la historia y el personaje no estaban en lo alto de la lista de prioridades, al final. Y eso me pareció muy, muy complicado".
Luego, Andrew Garfield añadió: "Firmé para servir a la historia, y para servir a este increíble personaje del que me he disfrazado desde que tenía tres años, y entonces hay que hacer concesiones y te rompe el corazón. Me dejó un poco desconsolado, hasta cierto punto. No del todo".