Game of thrones fue una de las grandes series de la década y todo un boom en cuanto a espectadores. Los fanáticos esperaron cada año a la llegada de una nueva temporada para saber qué ocurría con sus personajes favoritos. La producción logró que se hablara en todo el mundo del juego de poder y las rivalidades de las distintas casas que luchaban por ocupar el trono, lo posibilitó que quedaran grabadas en la retina escenas memorables.
Todavía resuenan los ecos de la Boda de Sangre, la Batalla de los Bastardos o el momento en que Arya acabó con el rey de los caminantes blancos. Pero para Maisie Williams, quien representaba a la menor de las Stark, uno de los momentos más notables de la temporada final de la serie es la escena de sexo entre Arya Stark y Gendry.
Esta secuencia causó asombro en la joven actriz, ya que siempre creyó que su personaje no le gustaban los hombres. “La primera vez que Arya me sorprendió fue probablemente en la temporada final, cuando se quita la ropa y se acuesta con Gendry. Pensé que Arya era lesbiana, ¿sabes? Así que sí. Eso fue una sorpresa”, indicó Maisie en una conversación con Teen Vogue.
Maisie Williams ya había hecho referencia a su escena de sexo, en una entrevista previa tres años atrás. “Al principio creí que era una broma”, admitió. “Llegué a la lectura de guion, estaba leyendo la escena y pensé: ‘Oh, en realidad vamos a hacer esto. ¿Cuándo grabamos? Necesito ir al gimnasio’”. Asimismo, agregó a Entertainment Weekly que para ella no era importante mostrar el cuerpo, sin embargo, quiso que la escena sea bastante privada.
Por otra parte, la actriz también sostuvo que en un momento determinado entendió la magnitud de la serie de HBO. “La primera vez que me di cuenta de que GOT sería grande fue cuando fuimos a Los Ángeles en la premiere de la tercera temporada. Había muchos fans y gritaban nuestros nombres reales, no los de los personajes. Dije ‘esto es muy diferente a mi vida normal. Quizá esta serie sea algo grande'”, asintió.