El Chavo del 8 lleva más de cinco décadas alegrando a millones de hogares de México, Latinoamérica y de todo el mundo. Incluso varios años después de la emisión del último capítulo, se siguieron retransmitiendo repetimos los episodios en la televisión e incluso hay más de un misterio de la vecindad que siguen abiertos.
En primer lugar, hay que mencionar que El chavo del 8 fue emitido durante siete años, entre febrero de 1973 y enero de 1980. Originalmente era una serie independiente, aunque como sketch surgió en 1971 y se mantuvo vigente hasta 1992 como parte de “Chespirito”.
El programa reunió 290 capítulos en total. La mayoría de ellos fueron dirigidos por Enrique Segoviano y Roberto Gómez Bolaños, alias "Chespirito", quienes prefirieron guardarse algunos secretos, incluido el nombre original del protagonista. Incluso fue publicado “El diario del Chavo del 8”, un libro que Gómez Bolaños escribió hace varias décadas con el objetivo de develar varios misterios de la vecindad.
Tal vez el más destacado de ellos fue aquel que explica que el Chavo del 8 fue abandonado de pequeño en una guardería, vivió varios años allí hasta que escapó porque nunca llegó una adopción. En ese texto, explicaron que, aunque todos lo conocían como el Chavo, su verdadero nombre siempre fue Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi.
A pesar de esta información, la identidad jamás fue revelada en la serie de televisión; esa identidad nunca fue nombrada. De hecho, en los capítulos cada vez que le preguntaban por su verdadero nombre, él sólo alcanzaba a decir “Fili...” y era interrumpido por alguien o sucedía algo rutilante en la vecindad.
La verdad es que esta identidad, este nombre, el propio Chespirito nunca lo confirmó hasta que dejó de existir físicamente en noviembre de 2014. Por lo tanto, Gómez Bolaños decidió llevarse ese dato a la tumba. Algo similar hizo su esposa, Florinda Meza, quien evitó referirse al tema siempre.